Datacenters, espacios pequeños y temperaturas altas

Muchas veces las empresas no pueden permitirse oficinas con grandes espacios especializados para cada área. Con lo cual los empleados de diferentes ramas de la compañía terminan trabajando juntos y en armonía.

Pero esto no es verdad para la mayoría de datacenters, pues estos equipos necesitan unas condiciones especiales y un espacio propio con características definidas, lo que puede ser un dolor de cabeza para quienes no están preparados para manejarlo.

Pero no es necesario que se disponga de un auditorio solo para colocar los equipos, una pequeña habitación o un clóset bien adecuado podrían servir dependiendo del tamaño y el número de gabinetes que sean requeridos.

Para generar unas óptimas condiciones a nuestro espacio destinado al datacenter debemos tener en cuenta que debe ser un lugar cerrado en el que podamos minimizar las entradas de agentes externos como polvo o suciedad, pues la acumulación de estos contribuye a que se fortalezca el mayor enemigo del buen funcionamiento de los equipos y es la falta de refrigeración.

Según la la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (OSHA) la temperatura máxima recomendable para los lugares de trabajo en datacenters es de 32 grados celsius, aunque algunos fabricantes especifican como temperatura máxima los 40 grados, punto en el cual ya no se puede garantizar el rendimiento y la confiabilidad por el período de garantía establecido.

A pesar de tener estos límites de temperatura, lo mas recomendable es manejar espacios en un rango entre 20 y 25 grados para evitar cualquier riesgo para los equipos tecnológicos.

Para llegar a esos puntos ideales de optimización existen 5 formas de ventilación: conducción, ventilación pasiva, ventilación asistida por ventiladores, enfriamiento de confort y enfriamiento dedicado.

En la refrigeración por conducción el calor puede fluir a través de las paredes del espacio, por su parte en la ventilación pasiva el calor puede fluir hacia el aire más fresco a través de una perforación o rejilla, sin un dispositivo para circulación de aire. por su parte la tercera opción toma las rejillas instaladas e implementa ventiladores para potenciar su efectividad mientras que la cuarta opción se basa en sistemas de ventilación instalados en los edificios.

Entre tanto, la última opción y la más abiertamente utilizada es el enfriamiento dedicado se extrae el calor por medio de una unidad de aire acondicionado dedicado a la sala u oficina.

Estos sistemas de ventilación portátiles tienen una capacidad de 1 a 5 toneladas de equipos, sus dimensiones son compactas pues su uso más extendido es ayudar a la refrigeración de equipos en misión crítica alojados en espacios pequeños o aquellos que se encuentran en misión temporal como servidores de datacenter o routers de comunicaciones.

Puede parecer que adquirir uno de estos es un gasto mayor pero la seguridad de los equipos a futuro lo valdrá, pues el ahorro que se evita al no tener que realizar decenas de mantenimientos o incluso cambio de equipos será mucho mayor que la inversión inicial.